Por ley estatal, en Florida sólo se pueden disparar fuegos artificiales legalmente el 4 de julio, Nochevieja y Año Nuevo. Esta brillante y ruidosa tradición puede ser un divertido evento familiar para ayudar a celebrar las ocasiones; sin embargo, cada año hay personas heridas en incidentes relacionados con fuegos artificiales.
Entonces, ¿son realmente seguros los fuegos artificiales?
Los fuegos artificiales pueden ser seguros si los manipulan profesionales con la formación y los conocimientos adecuados. Para el público en general, la historia es distinta. Los fuegos artificiales son explosivos y, sin la formación adecuada, pueden tener consecuencias involuntarias. Estas consecuencias van desde lesiones leves hasta incendios y muertes.
Cada año, los fuegos artificiales son responsables de miles de lesiones y más de 19.500 incendios. La mayoría de las lesiones son quemaduras, que afectan sobre todo a extremidades como las manos. Aproximadamente un tercio de las lesiones se producen en menores de 15 años. Los niños de 10 a 14 años son los que corren mayor riesgo, y las bengalas son responsables del 25% de las lesiones relacionadas con los fuegos artificiales, ya que arden a 1.200° F.
Así que, si quieres disfrutar de unos fuegos artificiales, acude a un espectáculo local coordinado por un equipo profesional. Si eso no es posible, prueba alguna de estas divertidas alternativas a los fuegos artificiales: barras luminosas, ruidos o cuerdas. Deja los fuegos artificiales para los profesionales.